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CERA
Entre las variadas curiosidades artesanales que podemos encontrar en Michoacán, contamos con la realizada en cera, y a la cerería podemos dividirla en dos rubros; la elaboración de velas y cirios, y la creación de esculturas de cera.
En Pátzcuaro encontramos velas, veladoras y cirios elaboradas a base de una mezcla de cera de abeja y parafina, de variados colores, tamaños y enigmáticos aromas. Incluso ahora, las tradicionales formas cilíndricas han cambiado y se cuenta con mayor diversidad; se pueden encontrar velas de figuras variadas (estrellas, esferas, piramidales, cuadradas, con flores o fruta secos, de colores combinados, en forma de frutas, en forma de pan, en fin).
PROCESO DE ELABORACIÓN
El proceso comienza amarrando los cabos, separados uno por uno alrededor de una rueca de madera con clavos. El cabo se sumerge de cuando en cuando, conforme le toque turno de acuerdo al movimiento de la rueca, en un tanque lleno con parafina derretida a base de calor (a temperatura controlada, ya que la cera o parafina no debe hervir), hasta dar el grosor deseado de la vela o cirio.
Cada vez que el cabo se sumerge dentro de la cera, va adquiriendo grosor, por que se acumula la cera al alcanzarse a enfriar con el movimiento de la rueca hasta que le toque de nuevo otra sumergida.
La vela delgada o el grueso cirio son posteriormente cortados a lo ancho para dejarlos a la altura estándar (20 a 25 cm) o mayor.
Otra forma utilizada, es mediante el vaciado de la parafina líquida en moldes que tienen en la parte media del fondo una abertura pequeña por donde se introduce el cabo, mismo que en la parte superior es sostenido amarrándole un palo. Si se desea aromatizar, el cabo se humedece con la esencia o perfume. Dichos moldes se engrasan previamente con aceite de cocina o de bebé antes del vaciado (para que cuando solidifique la cera, la vela pueda resbalar y salir sin romperse), la cera se vierte lentamente para evitar burbujas y a una temperatura no mayor a los 70° C. Después de unas tres o cuatro horas a temperatura ambiente estará lista.
La cera en escultura se trabaja a base de moldes de yeso o con las manos, a manera de plastilina, las figuras más comunes que se pueden encontrar son las bolitas para elaborar rosarios, arcos, nacimientos y figuras de ángeles.
Las velas y veladoras nos remontan a épocas posteriores a la conquista, en las que no existía la luz eléctrica. Podemos evocar la cita de unos novios que duraba hasta que la luz de una vela de cebo se extinguiera o el rondín nocturno que realizara el habitante de una casa a la luz de su vela para verificar que todo se encontraba en calma. En la actualidad, nos invitan a disfrutar de una placentera comida, al descanso, la relajación o a la simple contemplación de la llama tintineante de la vela encendida.
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