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COBRE

El cobre es un metal muy trabajado en Michoacán, principalmente en Santa Clara del Cobre, lugar tradicionalmente conocido por este hecho. La metalistería en cobre sería una denominación apropiada para describir como un arte decorativo al trabajo de los cobreros que realizan objetos de valor artístico, decorativo o utilitario, a base de metal, en nuestro caso, de cobre sometiéndolo a un proceso de fundido y martillado.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

“Mucho antes de la conquista los habitantes del lugar ya explotaban las minas de cobre de los alrededores para forjar las armas de metal que les mereció el respeto de sus vecinos aztecas. Los españoles pronto reconocieron la riqueza de las minas y la buena calidad del cobre, iniciando su explotación e industrialización. El encuentro entre las dos culturas dio por resultado la combinación de técnicas prehispánicas y europeas en la fundición y elaboración del cobre que siguen vigentes hasta nuestros días. Cabe señalar que de acuerdo con los informes de Vasco de Quiroga, en el siglo XVI los mineros españoles encontraron más práctica la técnica de los purhépechas para fundir el metal en la llamada “cendrada” que su técnica del crisol europeo. En la primera se hace un hoyo en la tierra, revestida con ceniza de encino que funciona como molde, para formar el “tejo” o disco de metal al final del proceso de fundición. Otra técnica primitiva que los españoles rescataron fueron los fuelles circulares en forma de acordeón que accionados alternativamente con ambos brazos expulsan de una manera continua aire para avivar y mantener el fuego. Se calcula que con esta técnica se funde una cantidad aproximada de ciento cuarenta kilos de mineral en veinticuatro horas.

 

Con todo y el reconocimiento de estas técnicas prehispánicas por los conquistadores, en Santa Clara se les permitió a los indios conservar sus conocimientos científicos con la condición de que produjeran únicamente el cazo de dos asas tipo español conocido comúnmente como el “cazo de don Vasco”. Según las fuentes disponibles se sabe que en el pueblo hubo varios siniestros que destruyeron parte del caserío y la fundición. En el siglo XVIII hubo un incendio que acabó casi con todo Santa Clara; durante la guerra de Independencia el trabajo de las minas fue abandonado debido al nexo que hubo entre sus habitantes con los insurgentes y la consecuente salida de criollos y españoles a otras partes. A mediados del siglo XIX ya no se mencionan las minas del lugar y la provisión de cobre venía de las minas de Inguarán y Opopeo. En 1919 se registró otro incendio que causó graves estragos”.

PROCESO DE FABRICACIÓN

Qué mejor que alguien oriundo de Santa Clara nos platique sobre el arte de manejar el cobre, por eso Juan nos platica cómo fueron sus comienzos y gracias al aprendizaje y trabajo arduo ahora se cuenta entre lo maestros más jóvenes. A la corta edad de cinco años, Juan comenzó su trabajo igual que todos; moviendo los fuelles del horno como soplador o “zorrillo”, en un taller donde el conocimiento se pasa de una generación a otra y en el que también cada artesano va adquiriendo destreza y guardando los consejos de los grandes maestros cobreros.

           

“La confección de una pieza de cobre inicia en la imaginación del artesano con el cálculo del volumen que tendrá la masa de cobre fundida, el diseño de herramientas, especialmente los martillos, cinceles y higornias, y el proceso mismo de martillado. Con todo y eso ‘el cobre nos va diciendo como se irá dando en cada golpe de martillo y hasta el final sabemos cual es la forma de la pieza’”.

 

Nos tomamos la libertad de citar el proceso de elaboración de un Armadillo que ganara un concurso a nivel nacional “Para la elaboración del armadillo Margarito acudió hace tres meses a donde se vende el cobre en desperdicio como parte de piezas viejas, principalmente cazos, o como “greña” que es el nombre de los alambres de bobinas y desecho industrial. Una vez que separó el cobre de sus impurezas lo fundió en su fragua hasta lograr una bola de doce kilos y a golpe de marro darle el primer aplanado. A partir de ahí inició, como un escultor que de una sola pieza de mármol crea su obra, el martillado del “tejo”, calentándolo y golpeándolo día tras día. Primero para extenderlo, luego para doblarlo y darle la forma de vasija, finalmente para cerrar su cuello. De la misma pieza Margarito sacó las protuberancias que formarían la cabeza y la cola del armadillo, así como el abombado de la parte superior que simula la coraza de su cuerpo. En otras piezas este joven artista ha esculpido calabazas, lagartijas, mariposas y patos. Una destreza muy apreciada por los maestros de Santa Clara es la capacidad de entresacar de la misma pieza que se labra las asas o adornos. Por su dificultad este trabajo es el que más tiempo lleva a los artesanos, pero quienes lo logran plasman en el metal su sello personal de pericia y creatividad. Ante esta apreciada virtud muchos maestros de Santa Clara consideran que el empleo de soldadura para ensamblar piezas de cobre es una vulgarización del trabajo artesanal en aras de su comercialización”.

 

            Un taller requiere de un terreno amplio y un cobertizo que permita el paso del aire, en él debe haber espacio para “la “cendrada” y una cama de piedras en el suelo conocida como “paranguas” para contener el metal viejo encima de la cual se coloca el carbón “turiri”, de pino, excelente para producir el calor más intenso. Con tubos de barro o de metal se inyecta el aire desde un fuelle mecánico movido por electricidad, el cual sustituye al tradicional fuelle de cuero y madera.

 

Además del área para fundir el cobre, el taller tiene una parte conocida como “fragua”, espacio amplio de metal semejante a un yunque o una piedra muy grande, donde se golpea el cobre al rojo vivo para irle dando forma y separar el “tejo” de donde surgirá una pieza de arte. Alrededor de la fragua están los marros, picos, pinzas y un estante donde martillos relucientes de diferente forma están colocados en fila junto con cinceles y largas barras de metal llamadas “bigornias”.

LUGARES DE PRODUCCIÓN

Santa Clara del Cobre

GALERÍA DE ARTE

ARTESANIA MICHOACANA

Calle Juan Jose Codallos No 5 Pátzcuaro Michoacán

Tel: 443 404 6302

Correo: info@art.org.mx

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